
Chechino 2.0 Reloaded
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Pensaba que acababa a las 22h 

- Oberyn Sabat
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- Registrado: Dom, 26 Feb 2017, 19:23
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Turno 2. La sonrisa de una niña
La noche que habéis pasado ha sido una noche en calma. Este día también es un día en calma.
El turno acaba el miércoles 31 a las 20:00.
La repentina aparición de la esfera luminosa con el Astrónomo dentro hizo despertar todas las alarmas. Nod, en cuanto la vio, supo que él había sido el culpable en otro tiempo de algo similar. Recordaba a una niña, una Alquimista encerrada es una esfera idéntica, también situada sobre la ermita central. Algo se apoderó de él, un espíritu que no había sido invitado pero que de algún modo había logrado poseerlo. Sus gritos resonaron en todo Bélenos.
La primera en llegar fue Láquesis, la Sacerdotisa, seguida de Windy, su leal Alcahueta.
—Llévalo a la Ermita —ordenó la moira a Windy—. Hazlo a la mayor brevedad. Está volviendo a suceder.
—¿Y tú a dónde vas? —preguntó Windy—. Yo sola no voy a poder lidiar con él —añadió, señalando con la mirada cómo el hombre se movía de un lado a otro dando alaridos y golpeando todo lo que encontraba a su paso.
Láquesis suspiró.
—Yo lo llevo —dijo entonces—. Tú avisa a Átropos y a Cloto. A nadie más, por favor.
La Alcahueta asintió y emprendió la marcha.
Flowered seguía en la posada, tratando de mantener a las recién llegadas en un profundo letargo gracias a su música, tal y como Ellaria le había ordenado. La mujer respondía con total normalidad a su música, pero en cambio la niña parecía ser resistente a su efecto, pues aunque había logrado calmarla y adormecerla, esta de vez en cuando abría los ojos y se revolvía en la cama.
Levantó la vista del arpa justo a tiempo para ver cómo algo empezaba a generarse en la pared. Unas líneas parecieron salir de la nada y poco a poco fueron tomando forma humana. Habría sido algo sorprendente, pero el Arpista estaba muy acostumbrado a ver la magia de su gemelo. Cuando la figura fue lo suficientemente clara, Sveg salió de la pared y sin mediar palabra agarró con brusquedad a su hermano y tiró de él introduciéndole consigo en la pared. El arpa rebotó contra la misma y cayó al suelo, lo que propició que las dos viajeras, mujer y niña, salieran del letargo.
—¿Qué haces? —preguntó Flowered tratando de volver a la alcoba de la posada sin éxito. Ambos se encontraban en un universo extraño, una tonalidad ocre informe que se extendía allá donde la vista alcanzaba.
—¿Qué haces tú? —replicó Sveg—. ¿Por qué las mantienes dormidas? Sabes que ellas son las responsables del amanecer, su presencia no puede ser sino un signo de buen augurio.
—Precisamente por eso las mantengo dormidas, para que no vayan a ningún lado. Además, es lo que Ellaria y Tajuru han ordenado que...
El pintor interrumpió a su hermano con una risotada.
—¿Me vas a decir que ahora acatas las órdenes de esas dos? Por favor, Flowered, ambos sabemos quién gobierna este pueblo.
Flowered esgrimió una sonrisa orgullosa.
—¿Y qué sugieres que haga, hermanito? ¿Cuál crees que es la función de esa mujer y esa niña?
—No sé cuál es su función, pero sé que no son ellas de las que tenemos que preocuparnos. Mira esto.
El Pintor dio la espalda a su hermano y empezó a moldear el color que le rodeaba. No tenía pincel ni lienzo, pero parecía que sus manos y el mundo que le rodeaba le bastaban. De inmediato, multitud de figuras empezaron a surgir de la nada, todas teñidas de vívidos colores que se retorcían contando una historia. Un Chamán hablaba con un Cazador en un bosque. Una esfera de luz con una niña en su interior. Un gran árbol brotando del centro de la ermita y una bestia saliendo de los túneles para castigar a los aldeanos. Un hombre convertido en toro despertando de la muerte. Un pueblo teñido de sangre. Y luego nada, tan solo oscuridad.
—¿Qué es todo eso? —preguntó el Arpista anonadado, aunque todo le era familiar.
—No lo sé con certeza, pero es lo que dibujo cuando no pienso qué dibujar. Creo que esto es algo que sucedió en este mismo pueblo hace mucho tiempo, algo que se está repitiendo otra vez.
—La esfera luminosa... —murmuró el Arpista, confundido.
—Así es. Por eso tienes que liberar a esas dos viajeras. Muchas veces dibujo a un hombre recién llegado al pueblo, aquel que sacó a Bélenos de las tinieblas la última vez. Y era un aliado, no un enemigo.
El Arpista pareció valorar las palabras de su hermano unos segundos. Entones tomó una resolución.
—Está bien, hermanito. Haremos lo que dices.
Serenere se encontraba en la casa de Theon, el Taxidermista. Antares, como siempre, rondaba también por allí.
—Soñé con la esfera —aseguró Serenere—, pero no supe interpretarla.
Parecía pesarosa, como si cargase con un gran peso en sus espaldas.
—¿Has soñado algo más? ¿Algo que pueda indicar lo que está por venir? —le preguntó Theon.
—Muchas cosas —contestó la Vidente—. He soñado con la destrucción, aunque también con la salvación. El Astrónomo, por ejemplo, aparece vivo en mis pesadillas, lo cual me hace pensar que saldrá de esa esfera. Pero a la vez... Theon, creo que estoy en peligro, y creo que vosotros también lo estáis.
No acababa de decir la frase cuando Tajuru, la Alguacil, irrumpió en la casa del Taxidermista.
—¿Dónde está el crío? —preguntó con un tono de desdén.
Antares, que se encontraba en la trastienda, se ocultó.
—¿Por qué le buscas? —preguntó Theon poniéndose en pie.
—Órdenes de Ellaria.
—Pues que venga ella —dijo Theon desafiante.
La Alguacil sacó la pistola de su cartuchera y apuntó al Taxidermista a la cabeza. Eso le hizo recordar algo a Theon.
—Oh, Tajuru, el traje de Alguacil no te sienta nada bien —dijo sonriendo—. Prefería al anterior.
Con un gesto de su mano, los animales que lo rodeaban, en su mayoría aves, cobraron vida y se abalanzaron sobre la Alguacil. Tajuru trató de deshacerse de ellos como pudo, pero al ver que no podía con ellos optó por salir fuera de la casa. Antares aprovechó el desconcierto para salir por la puerta trasera y echar a correr. Sin embargo, alguien le zancadilleó en su huida.
—Vaya —dijo Asha, que miraba al Escultor con malicia—, no te había visto, perdóname.
—¿Qué queréis de mí? —preguntó Antares.
—Tan solo que contestes a algunas preguntas delante de la alcaldesa.
—Yo no he hecho nada.
—Ya, ya —dijo Asha. Parecía divertida—. Entonces explícame qué hacías ayer por la noche fuera de casa. Explícame también qué hace el Astrónomo rodeado de una esfera que ha sido creada con runas de contención. Hasta donde yo sé tú eres el que más sabe de piedras de este pueblo.
Antares palideció al percatarse de algo. Aquella mañana había despertado en medio de la calle sin saber por qué. No recordaba nada de la noche anterior, pero lo primero que vio fue la esfera. Pensó que nadie le había visto. Ahora que la Comediante mencionaba lo de las runas...
—Yo no he hecho nada —repitió, aunque esta vez estaba menos seguro.
—Entonces ven a hablar con la Alcaldesa, al fin y al cabo no tienes nada que ocultar.
El temor se apoderó de Antares y echó a correr. La Comediante trató de impedirle el paso, pero con tan solo un roce del Escultor esta se convirtió en piedra. Antares siguió corriendo y al doblar la esquina se topó con la Alguacil, que de algún modo había sido capaz de lidiar con los animales de Theon. Tajuru también trató de detenerlo, pero el muchacho la esquivó y rozó una de sus botas, petrificándola como había hecho con la Comediante. Entonces, Tajuru desenfundó su pistola de nuevo y disparó al Escultor, que cayó de bruces contra el suelo entre un charco de sangre. En cuanto lo hizo, tanto la bota de la Alguacil como la Comediante tomaron su forma original.
Asha miró la escena con expresión de pavor.
—¿Pero qué has hecho? —preguntó atónita al ver el cadáver de Antares sobre el pavimento.
—Yo no... —Tajuru también parecía sorprendida. ¿Qué había pasado? ¿Había sido ella quien había disparado?
—¿Está muerto? —preguntó Asha.
Theon apareció por la otra esquina de la calle alertado por el disparo. En cuanto vio el cadáver del chico corrió hacia él y lo cogió en brazos.
—No, no, no, no —tartamudeó ansiosamente—. Antares, despierta —le dijo al niño mientras trataba de reanimarle sin éxito. Cuando comprendió que no tenía solución, Theon dejó al chico sobre el suelo y se dirigió lentamente hacia Tajuru, dispuesto a cometer alguna locura y cobrarse así su venganza. Sin embargo, eso no fue lo que pasó. Cuando Theon miró a Tajuru vio al otro lado a una niña que no era Asha, una niña vestida de blanco que miraba a los presentes con una sonrisa retorcida en sus labios. Algo en esa niña heló la sangre de Theon. Cuando quiso reaccionar, la niña ya no estaba allí.
Agus notaba cómo la esfera se hacía cada vez más pequeña. Sabía que de no hacer algo moriría, pero también confiaba en que la pócima que tenía en su bolsillo le salvaría. Calculando que ya le faltaba poco tiempo, descorchó la pequeña botella e ingirió su contenido. Algo en su interior pareció despertar. El Astrónomo palpó el interior de la esfera y de un modo casi intuitivo hizo que ese algo que acababa de brotar dentro de él la disipara. El Astrónomo cayó desde lo alto de la ermita hasta el suelo de su habitación, que desde la noche anterior se encontraba a la intemperie. La caída podría haber sido fatal, pero un fuerte viento invocado por él mismo surgió del suelo y le hizo caer cómodamente. Agus había escapado de la muerte esta vez.
Serenere abrió los ojos jadeante. Se encontraba en la cama, bañada en sudores fríos causados por una pesadilla. Era su turno, lo había visto con claridad. Alguien iba a entrar en su casa y la iba a asesinar si no hacía algo. Trató de recordar todos los detalles del sueño. La figura vestía una larga túnica que ocultaba sus facciones, era difícil saber quién era. Además, las imágenes de su sueño eran borrosas. Recordaba el dolor de la muerte, el vacío de lo de después, pero no daba con la identidad de su verdugo. Tenía que hacer algo sin quería tener una oportunidad, pero contra quién. Serenere cerró los ojos y las visiones volvieron. La túnica negra. Las manos empuñando una daga. Calor y luego frío. De alguna forma que no lograba comprender, Serenere salió de su cuerpo y se internó en un modo opaco y caótico. Almas que bailaban, espíritus que reían y otros que lloraban. Y entonces vio una forma extraña, una forma iracunda que parecía regodearse en el mal ajeno. Sin saber siquiera de quién se trataba, Serenere se abalanzó contra esa alma torturada y la despedazó sin compasión, implorando a los dioses que eso pusiera fin al derramamiento de sangre.
Ss, en la oscuridad de su hogar, se incorporó bruscamente en la cama con un grito ahogado y los ojos ya vacíos de vida. Entonces se desplomó.
Serenere volvió a su ser justo a tiempo para ver cómo la figura enfundada en la túnica entraba por la puerta.
—Fallaste —dijo con una voz gutural.
La figura se abalanzó sobre la Vidente y con la daga que portaba segó su vida. Los ojos de Serenere, a menudo nublados por las visiones, se oscurecieron definitivamente.
Una segunda casa sería pasto de las llamas si alguien no hacía algo para remediarlo.
Lista de jugadoresMostrar
1. Sansalayne, Artificiera - Pueblo
2. Nod, Espiritista
3. Antares, Escultor - Sonámbulo
4. Madelaf, Herbóloga
5. Floweredking, Arpista
6. Tajuru, Alguacil
7. Theon, Taxidermista
8. Serenere, Vidente - Pueblo
9. Sveg, Pintor
10. Lau, Jugadora
11. Agus, Astrónomo
12. Windo, Alcahueta
13.
14.
15. Pulgar, Pocero
16. Asha, Comediante
17. Ellaria, Alcalde
2. Nod, Espiritista
3. Antares, Escultor - Sonámbulo
4. Madelaf, Herbóloga
5. Floweredking, Arpista
6. Tajuru, Alguacil
7. Theon, Taxidermista
8. Serenere, Vidente - Pueblo
9. Sveg, Pintor
10. Lau, Jugadora
11. Agus, Astrónomo
12. Windo, Alcahueta
13.
14.
15. Pulgar, Pocero
16. Asha, Comediante
17. Ellaria, Alcalde

La noche que habéis pasado ha sido una noche en calma. Este día también es un día en calma.
El turno acaba el miércoles 31 a las 20:00.
- Theon Lobster
- Mensajes: 244
- Registrado: Sab, 25 Feb 2017, 17:28
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Gran historia. Alguno de los muerto tiene algo que compartir? Antares el sonánbulo? Las muertes de Ss y Serenre, tiene algo que ver la alcahueta?
El bogavante, el bogavante te coge por detras y te coge por delante


Re: Chechino 2.0 Reloaded
La historia esta genial
El sonambulo el primer linchado
lo de Sansa tiene que ser por ka habilidad de serenere, al ser vidente podia llevarse a alguien por delante cuando el asesino fuera a por ella..

El sonambulo el primer linchado

- Sansalayne
- Mensajes: 682
- Registrado: Dom, 26 Feb 2017, 17:46
Re: Chechino 2.0 Reloaded


Más mala que Cersei con jaqueca.
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Buenas,
Me obstruyeron en mi primer paseo, así que no puedo aportar nada.
Lo único que se me ocurre es que los malosos pueden estar entre los que votaron al final del todo, o incluso entre los que no votaron.
Alcaldesa dimisión!!!
Me obstruyeron en mi primer paseo, así que no puedo aportar nada.
Lo único que se me ocurre es que los malosos pueden estar entre los que votaron al final del todo, o incluso entre los que no votaron.

Alcaldesa dimisión!!!

Re: Chechino 2.0 Reloaded
Puedes indicarnos que camino pensabas seguir?
- Sansalayne
- Mensajes: 682
- Registrado: Dom, 26 Feb 2017, 17:46
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Serenere, deshonra sobre tu vaca
La historia muy molona, pero peh
No he bajado a ningún sótano, btw.

La historia muy molona, pero peh







No he bajado a ningún sótano, btw.

Más mala que Cersei con jaqueca.
Re: Chechino 2.0 Reloaded
Muy chula la historia, Máster
La pena es que no hay manera de enterarse de nada de lo que pasa, a menos que los muertos tengan algo que decir...

La pena es que no hay manera de enterarse de nada de lo que pasa, a menos que los muertos tengan algo que decir...

Why so seriousMostrar

Agent of CaosMostrar


Re: Chechino 2.0 Reloaded
Pues yo creo que esta claro lo que pasó
Antares fue linchado, el asesino fue a por Serenere y esta se llevó a Sansa con ella.

Antares fue linchado, el asesino fue a por Serenere y esta se llevó a Sansa con ella.
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