Chechino 2.0 Reloaded

Foro dedicado a juegos cuya temática no sea de Canción.
Bendar
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Re: Chechino 2.0 Reloaded

Mensaje por Bendar » Dom, 15 Dic 2019, 18:21

Aquí tenéis una instantánea de Nalibia en sus años mozos, cuando se dedicaba al mundo del rodeo, lo que le dio el dinero para montar el Saloon con Symon. Fijaos en la banda.

Imagen

Bendar
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Re: Chechino 2.0 Reloaded

Mensaje por Bendar » Dom, 15 Dic 2019, 18:22

Quiero agradecer a Mr Lann su ayuda con esto tan tecnológico de subir fotos al foro, cosa que nunca había hecho antes.
Me falta algún que otro personaje, cuando tenga imágenes adecuadas las subiré también.

Aslan Bolton
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Re: Chechino 2.0 Reloaded

Mensaje por Aslan Bolton » Dom, 15 Dic 2019, 20:45

jajaa muy guapo te esta quedando

Bendar
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Re: Chechino 2.0 Reloaded

Mensaje por Bendar » Lun, 16 Dic 2019, 07:51

RECORDATORIO: Fin de turno HOY a las 23:00 horas.

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Asha Grey
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Re: Chechino 2.0 Reloaded

Mensaje por Asha Grey » Lun, 16 Dic 2019, 11:30

¡Maldisión! Iba a apuntarme y se me pasó :muro:

Lo siento :cry:
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Re: Chechino 2.0 Reloaded

Mensaje por Agus Kerman » Lun, 16 Dic 2019, 12:36

¿Una copita mientras esperamos al final del turno?

Imagen

Bendar
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Re: Chechino 2.0 Reloaded

Mensaje por Bendar » Lun, 16 Dic 2019, 22:31

Falta media hora para el fin de turno y aun no tengo todas las acciones. Vamosssss por favor!!!

Bendar
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Re: Chechino 2.0 Reloaded

Mensaje por Bendar » Lun, 16 Dic 2019, 23:35

Lo primero, unas fotillos que nos faltaban:

Symon Lynch, que a diferencia de su socia Nalibia, sí tiene una foto actual:
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El indio Antares "Caballo Loco", cuya única fotografía conocida es la de la ficha policial:
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Y finalmente, porque, como él diría, hoy es el día de dar el protagonismo a los ciudadanos y ciudadanas de New Slaughter, no el día de los políticos y blah blah blah, el acalde Sr. Oberyn Sadat:
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Scully
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Re: Chechino 2.0 Reloaded

Mensaje por Scully » Mar, 17 Dic 2019, 00:30

Joer con Pulgar :clr:
Volveremos a encontrarnos...quizás en las resplandecientes brumas de la Espada de Orión, quizás en una desierta meseta del Asia prehistórica...quizás en otra forma, en los eones por venir, cuando el sistema solar ya no exista.

Bendar
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Re: Chechino 2.0 Reloaded

Mensaje por Bendar » Mar, 17 Dic 2019, 19:39

Ya tenemos la primera historia. Ha sido una mala noche para las minorías étnicas en New Slaughter:

HISTORIA - NOCHE 1 EN NEW SLAUGHTER:

La noche comenzó de forma bastante rutinaria, con un altercado en el Saloon porque Nalibia y Symon no dejaban entrar a "Caballo Loco" Antares. El indio se puso furioso, diciendo que su dinero valía tanto como el de los "rostros pálidos" y que sólo quería tomarse "un agua de fuego". Ante los gritos y forcejeos en la puerta del local, Aslan fue a avisar a la Sheriff. Tajuru dejó a su vice al cargo de la comisaría y se dirigió rápidamente al lugar de los hechos.
— A ver, explicadme qué pasa aquí. Nali, Symon, ¿por qué no dejáis a Antares que se tome una copa en paz y se vaya a su albergue?
—Mire, Sheriff —respondió Nalibia,—aquí el señor nos debe dinero. Exactamente 17 dólares y 46 centavos. Además, que cada vez que viene la lía. Me duele decirlo, pero no nos deja más remedio que ejercitar nuestro derecho a la reserva de admisión. ¿Ve el letrero junto a la entrada? Aquí lo pone bien clarito.Symon miró a Antares con cara de "me duele, pero Nalibia tiene razón" y se metió dentro del Saloon.
—¡Mentira! —rugió “Caballo Loco” Antares— ¡No me dejan entrar porque ellos no gustar piel roja!
—Bueno, bueno, a ver, no creo que sea para tanto— respondió la Sheriff, en tono conciliador, más preocupada porque la situación no se le fuera de las manos que por resolver realmente el conflicto— Dejamos nota por escrito de lo que ha pasado y ya resolverá el juez Sadsmile la semana que viene.
—¡Semana que viene no tener sed! ¡Yo querer agua de fuego ahora! ¡Yo hablar con alcalde Sadat ahora mismo!— Ni corto ni perezoso, un furioso “Caballo Loco” se dirigió al Ayuntamiento. Tajuru, sabiendo que a tan avanzada hora lo normal es que Oberyn no estuviera ya en su despacho, le dejó marchar, confiando en que su temperamento, que se inflamaba tan rápidamente, se desinflamaría igual de rápido. Mucho habría de lamentar posteriormente este error de juicio.

El furioso indio aporreó la puerta de la Casa Consistorial sin ningún resultado, como era de esperar tan avanzada la tarde. Frustrado y cansado, emprendió el regreso a su modesto albergue por calles cada vez más oscuras y menos transitadas. Al cabo de un rato, alguien le interpeló por detrás:

—Eh, tú, Caballo Loco. No me extraña que no te hayan dejado entrar en el Saloon. Lo que no sé es por qué no te tienen encerrado todo el día, ¡que estás mal de la cabeza!

—Forastero, si tú provocar a Caballo Loco, no quejar si recibir coz.

—Antares, no te alteres. Si es que ni los comanches te quieren, Caballo Loco.

Si había algo que sacara de quicio a Antares, era que le vinieran con esa insultante rima y encima le mentaran sus orígenes. Así que decidió que era hora de darle una lección a ese entrometido. Empezaría la pelea con un golpe “marca de la casa”: un cabezazo directo a la boca del estómago, para dejar sin respiración a su oponente. “Caballo Loco” bajó la cabeza, cogió carrerilla y se lanzó sobre su rival. Este, a su vez, se abalanzó corriendo contra Antares. Al chocar los enemigos, se oyó un horroroso crujido metálico, pues la cabeza del indio se había estrellado contra una plancha de hierro escondida bajo el poncho de su misterioso asaltante.
El golpe aturdió al piel roja, que ya no estaba seguro si le atacaba un rival o dos. Poco duró su incertidumbre, ya que recibió un puñetazo de arriba abajo, a lo “Bud Spencer”, que le rompió la nuca y nubló la vista de “Puño-Siempre-En-Nariz” para siempre.

Entretanto, la sheriff Tajuru pasó un rato largo con Nalibia en una mesa del Saloon, rellenando el atestado del incidente con Antares.
Cuando terminó, emprendió el camino de regreso a la comisaría; cuando le faltaban dos manzanas para llegar, un desconocido le disparó desde una esquina. Tajuru se puso a cubierto y contestó con su escopeta de dos cañones, empezando así un intenso tiroteo. El asaltante (o tal vez asaltantes, ella no lo distinguía bien en la oscuridad) tiraba casi sin interrupción, hasta que en un momento dado cesó el fuego para acercarse más. Justo entonces, la valiente Vicesheriff, Sansa Layne, le disparó desde el porche de la comisaría con su mosquete, fallando por poco. Tajuru vio el cielo abierto y aprovechó la distracción para escabullirse de vuelta al Saloon. Cuando se vio a salvo, gritó:

—¡Aguanta, Sansa, volveré con refuerzos!

El pistolero corrió hasta la posición de la Vice, que intentaba desesperadamente recargar su antiguo mosquete de avancarga. Con mucha sorna encañonó a Sansa Layne con un moderno rifle Winchester y un Colt.45 y le dijo:

—Vamos, Sansa, tú sabes cómo se hace. Primero, sacas el cartucho. Rasgas el papel con los dientes y echas la pólvora en la cazoleta. Luego sacas la bala de la cartuchera, la metes en el cañón, coges la baqueta y empujas hasta atrás. Luego levantas el mosquete, apuntas y aprietas el gatillo.

Sansa Layne siguió, muy nerviosa, los pasos que le indicaba su misterioso asaltante, que no paraba de sonreír inquietantemente. La Vice apretó el gatillo y no pasó nada. Apretó otra vez y tampoco.

—Vaya, vaya, vaya, parece que la aprendiz de Sheriff tiene problemas. Igual es que te has saltado el paso de encender la mecha.

—¡Has hecho trampas!

—Oh, vaya, ahora te vas a molestar porque alguien haga trampas. No como tú, claro. Servir comida en mal estado, vender tornillos sin homologar, alojar a parejas en la trastienda sin pedirles el libro de familia, todo eso ¿no son las trampas que haces tú a diario? ¿acaso no te has hecho rica haciendo trampas? Y por cierto, ¿sabes cuál es la única norma en este juego de policías y ladrones al que estamos jugando ahora?

—¿Cuál?

—En el juego de policías y ladrones, o ganas… o mueres.— Dicho esto, el pistolero misterioso descerrajó un tiro en el pecho a la pobre Vice con cada una de sus dos armas. A continuación, se dijo a sí misma unas líneas del famoso poeta C. Strawberry: "Qué poco duran los héroes caseros / Cuanto más se resisten, más me divierto" y se perdió rápidamente en las sombras nocturnas, bastante antes de que la Sheriff llegase al lugar de los hechos al frente de una docena de ciudadanos armados.

Tajuru derramó abundantes lágrimas cuando vio postrada a su leal Vice. El médico de New Slaughter dijo que ya nada se podía hacer por su vida.

—Yo habría muerto por ti, Sansa— le dijo. Lo único que pudo articular la Vice antes de morir fue un lacónico “OK”.

A la mañana siguiente, una tristísima Taju registró las modestas pertenencias del difunto Antares en su el cochambroso albergue donde se alojaba. Lo único de interés que encontró fue un certificado expedido por la Dra. Serenere, experta frenópata, firmado seis meses atrás, en el que declaraba oficialmente “Loco Furioso” a Antares, recomendando un moderno tratamiento a base de duchas frías, electrochoque y correas y cadenas para las noches de luna llena. Por supuesto, debía ser internado en un frenopático de inmediato. Sin duda, haber dejado a “Caballo Loco” en libertad constituía un peligro, tanto para los demás como para sí mismo. La Sheriff se preguntó cómo había podido mantenerse en secreto esa información durante tanto tiempo…

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