Mensaje
por Arya » Lun, 28 Ago 2017, 19:44
Llegó el final. Un final con puntos suspensivos porque todavía el futuro no está escrito, pero un final al fin y al cabo que empezaba a ser necesario. Sobrevivir a este fanfic no ha sido sencillo; a veces daban ganas de que los Otros cumplieran su objetivo y se llevasen por delante a casi todos los personajes de Poniente. Todavía hay esperanza, queda una temporada.
Lo acontecido en Invernalia se lleva el mérito en este episodio, pues las hermanas Stark han demostrado una unidad inquebrantable a pesar de sus diversas diferencias y últimos encontronazos. Nunca llegaremos a saber a ciencia cierta (salvo que lo confirmen las escenas eliminadas) si Sansa y Arya eran conscientes de los tejemanejes de Meñique desde el inicio y le estaban tendiendo una trampa a éste o, por el contrario, cayeron en su juego y más adelante fue Bran quien intervino para hacerles ver la verdad.
Cuando Sansa juzgó a Meñique, ya poseía una información que nadie más sabía hasta el momento: la traición por parte de éste hacia su padre en Desembarco del Rey. Este detalle sólo pudo confirmarlo Bran, que también ha ratificado que puede ver el pasado y el presente (no hizo referencia al futuro) en su conversación con Sam Tarly.
La voz firme de Sansa, su valentía para dirigir y su capacidad para dar fin a la vida de un personaje que en la serie ha dejado mucho que desear (los libros son otro cantar) dejaron en evidencia sus dotes de liderazgo y la prueba de que su destino es el que siempre ha soñado: gobernar. Si quedaba alguna duda de la lealtad que le otorgaron los norteños, hoy ha quedado resuelta.
Sin embargo, Sansa ha marcado la diferencia dentro de la casa Stark ejecutando a Meñique sin mancharse las manos de sangre, siendo Arya la que ha terminado por concluir la sentencia. Uno de los principios básicos que les enseñó Ned Stark era aquel en el que había que mirar a los ojos a la persona a la que se le iba a quitar la vida, sin mandar a otros a hacer el trabajo sucio.
Al margen de estos hechos, nadie puede decir que en Juego de Tronos no existe el karma.
En Desembarco del Rey, por primera vez, vimos a casi todos los protagonistas principales reunidos (Daenerys, Jon, Tyrion, Theon, Davos, Jaime, Cersei, Euron, etc). A falta de los tres hermanos Stark de Invernalia, por fin hemos llegado al punto de la historia donde todos los caminos se han unido, han confluido y se han vuelto a desligar con el pasar de las horas, pero que ha cambiado drásticamente el devenir de varios de los aludidos. De hecho y siendo un poco observadores, nos daremos cuenta de que las piezas del ajedrez que se han estado moviendo por todo el tablero durante la temporada (algunos con sentido, otros sólo tenían la obligación de salir un rato en pantalla) vuelven a la casilla de partida: Euron y Theon hacia Pike, Jon y Davos hacia Invernalia (junto a Daenerys, la chica sin rumbo fijo), Cersei en su casa y Jaime en la de todos, porque se fue sabiendo que volverá en algún momento.
Tengo que reconocer que, por un instante, me daba miedo que la conferencia llegara a buen puerto. Verlos a todos unidos por un bien común después de tantas guerras, trifulcas, traiciones y pérdidas no me parecía razón suficiente para hacer borrón y cuenta nueva y dejar atrás tantas lágrimas derramadas y sonrisas perdidas. Porque, siendo francos, ¿quién querría aliarse con aquellos que han masacrado a tu familia y ni siquiera se han disculpado o arrepentido? Más de uno preferiría que el Rey de la Noche se los cargara a todos y luchar desde su propia casa con los pedazos que todavía queden de ella.
Por suerte, Cersei demostró seguir siendo la misma de siempre e ir un paso por delante de los demás, confiándole el negocio a Euron Greyjoy sin que nadie se percatara de ello y perdiendo, por el camino, a Jaime Lannister, quien al final hizo mención a su promesa y decidió cumplir con el cometido del Norte. Un cambio radical, inesperado, para un personaje que ya había retrocedido (al contrario que en el libro) la temporada anterior, pero que finalmente tomó la decisión correcta al abandonar (hasta nuevo aviso) las faldas de Cersei. Teniendo en cuenta que ya había jurado lealtad a su hermana, su traición (aun siendo ésta correcta) no concuerda con su proceder hasta ahora. Otro fallo de guión que no era necesario, pues podrían haber roto del todo la brecha que quedaba entre ellos muchísimo antes y no a última hora.
El intento de asamblea se redujo a "todos al Norte", "Daenerys llega cuando le place a pesar de la seriedad del asunto", "Cersei los vuelve a engañar a todos", "Jaime cambia de bando" y "Euron se va fingiendo cobardía". Y es éste último quien tampoco parece ser muy inteligente, pues todavía es incomprensible por qué ha mantenido a Yara y a Theon con vida.
Pongámonos en situación para poder comprenderlo:
-Euron es elegido rey de Pike y decide matar a sus sobrinos, quien suponen una amenaza para su trono de Piedramar.
-Ambas víctimas se escapan pero, con el tiempo, Euron consigue raptar a Yara y no sólo no la mata a ella y al hermano de ésta al instante, sino que espera a que uno huya y se lleva a la otra a alguna celda de Pike que ya veremos en la octava temporada.
-Se vuelve a reencontrar con Theon, que lo puede matar en un instante antes de que nadie reaccione, pero sólo le dirige unas palabras en el momento menos oportuno para al final largarse y seguir con el plan de Cersei.
Utilizando la lógica, ¿por qué Euron no ha matado ya a Yara? Los rehenes sólo sirven para ser intercambiados por otros o para mantener la calma de alguien que tenga el suficiente poder para fastidiar sus planes. Ninguna de estas dos cosas está pasando en este momento, pues pocos son los que se enfrentarían a Euron por Yara (él ya fue elegido rey por encima de ella) y la ira de ningún personaje (sin contar con Theon) necesita ser aplacada manteniendo a Yara con vida; Yara ni siquiera sirve para mantener a otros bajo amenaza. Otro error de guión más.
Theon, por su parte, es el protagonista de la casa Greyjoy y tiene cierta lógica que no haya muerto, pero esto tampoco ha sucedido por falta de oportunidades. Que Theon vaya a matar a Euron y consiga sentarse en el trono de Piedramar es casi un hecho (pues Yara, probablemente, morirá en algún punto), pero eso no explica que Euron lo haya dejado deliberadamente con vida, como tampoco a su hermana. Es probable, incluso, que tras la muerte de Euron los Hombres del Hierro reconozcan a Theon como su legítimo heredero; ya no sólo porque lo es, sino porque habrá demostrado valentía y fuerza a pesar del pasado que arrastra.
El duelo que Theon tuvo con el capitán de los Hijos del Hierro fue un poco surrealista por la paliza que le dio el segundo al primero; para después, mágicamente, recobrar las fuerzas y ser Theon el vencedor de esa pequeña batalla. Por una parte es una satisfacción, pues este personaje (al igual que Jaime) merecía una evolución acorde a la saga literaria, algo que parecía que iba a suceder hasta que decidieron volver a estancarlo, modificando repentinamente su actitud de nuevo en este capítulo. Otro error de guión, ya que precipitar los acontecimientos por falta de tiempo nunca es bueno. La quinta temporada, que fue puro relleno, podrían haberla aprovechado para recabar en estos detalles.
Por otro lado, la conversación agridulce entre Jon y Theon sólo tiene una frase sumamente relevante y cierta: "No tienes que elegir; eres Greyjoy... y eres Stark". El resto, como aquel momento en el que Jon dice claramente que sus errores no son comparables a los de su "hermano" Theon, dejan en evidencia la "humildad" del Rey del Norte, que se cree superior sólo por no haberse equivocado de la misma forma.
La gota que colmó el vaso fue la confirmación de la supuesta legitimidad de Jon Arena Targaryen al Trono de Hierro. Este es el error de guión más gordo. Dejemos una cosa bien clara: Los Targaryen no tienen más derechos sobre el trono que los Lannister. Aerys Targaryen fue destronado por los Baratheon, casa que mantuvo la legitimidad al trono por derecho de conquista. Tras la muerte de Robert, el trono pasó a su mujer, Cersei. Cersei Lannister es ahora la legítima reina hasta que el trono sea conquistado de nuevo; que nadie niega que el sucesor pueda ser un Targaryen, pero que ahora mismo ningún Targaryen tiene. Si Jon llega a sentarse en el Trono de Hierro no será por derecho de apellido, sino por ser el consorte de la reina (Cersei o Daenerys), porque la reina actual o la/el próxima/o rey/reina le ceda el trono (si Daenerys llegara a conquistarlo por la fuerza, tendría razones para elegirlo a él y no a otro sabiendo quién es) o porque el propio Jon lo consiga por sus propios medios. El apellido no le sirve de nada salvo por la propia Daenerys, que ni siquiera necesita tener un motivo para entregarle el trono pues ya podríamos decir que son pareja y ambos podrían reinar en las mismas condiciones.
Todavía hay varios detalles por explicar en la próxima temporada sobre el origen de Jon: ¿Estaba Elia compinchada con Rhaegar para provocar la profecía del "Príncipe que fue prometido"? ¿Consentía la infidelidad de su marido con Lyanna? ¿Es posible anular un matrimonio anterior cuando públicamente ya ha sido reconocido legalmente y no se llegó a confirmar nunca su posterior abolición? ¿Quién podría demostrar que el escriba dijo la verdad para que Poniente lo crea? ¿Es justo que Jon llegue tan lejos por un simple apellido nacido de la infidelidad y la deslealtad de su verdadero padre? Otro fallo de guión inexplicable. También tengo que añadir que la conversación entre Bran y Sam fue demasiado forzada y sobreactuada.
Sólo queda una temporada para saber quién será el personaje que ocupará, hasta el día de su muerte, el trono. Con suerte, el trono será destruido y ya no habrá quién luche por él.
A este capítulo le doy un uno sólo por el final, que fue espectacular.
Feliz...